«Mother and Child» de Eric Spencer Macky (1916).

Habrá sido una pesada carga,
de eso estoy seguro.
Habrás tenido que reunir toda fuerza
y encauzarla hacia un sólo fin.
Habrás debido, en algunos momentos,
buscar la felicidad en el dolor,
ocultar en una sonrisa lo triste,
para enfrentar a la vida sin mostrar debilidad.

Habrás debido perdonar en exceso,
habrás besado en vano,
habrás tomado la mentira con manos delicadas para formar así una verdad.

Te habrás encaminado en lo desconocido en busca de la luz.
Habrás amado sin recibir nada más que reproches.
Tu vida se te puede mostrar como un inmenso viaje sin retorno
en el que no has dejado de luchar.

Cada persona habrá guardado algo de ti en su corazón,
porque lo que es perfecto es inagotable.
Fuente de agua viva habrás sido
para aquel que te haya conocido.
Cada obra que en ti haya encontrado su cuna,
habrá surgido tal como un magno amanecer,
humilde y, sin embargo, hermosa.

En tu pasado se habrá ocultado lo bueno y lo malo.
En tu pasado habrá permanecido vivo el primer amor,
pero he aquí que, en tu gracia y tu dulzura,
reconozco un amor que renace siempre jovial ante cualquier persona.

En tu mirada habrán surgido dos luceros eternos,
dos caminos, dos veredas;
en ambos habrás transitado
y habrás cogido de los mejores frutos.
Habrás convertido el carbón en un diamante;
pero en cada camino o vereda, en cada obra
y en cada persona que has conocido,
en cada carga, en cada lucha,
veo sólo el amor que has cultivado.

La carga habrá sido pesada.
La lucha habrá sido extenuante.
Pero aún te mantienes en pie,
has obrado con el bien, y de bien están llenos tus pensares y tus sentires.

En ti del carbón surge el diamante;
para ti toda la dicha,
para ti toda la paz,
para ti: mi lucero, mis esperanzas.
Eres el baúl de mis recuerdos,
el eterno amanecer en mi ventana.

Para ti todo el amor,
nada de reproches;
para ti toda la fuerza,
nada de cansancio;
para ti toda mi alma,
incluso mi corazón.

La carga habrá sido pesada, lo sé;
habrás tenido que reunir fuerzas,
habrás convertido el carbón en diamante.
Habrás sido muchas cosas,
pero serás siempre mi madre.

¡Para ti todo el amor!
¡Para ti toda la fuerza!